THE VICTORIA AND ALBERT MUSEUM

De allí vuelvo, y me he quedado enamorada. 

El único defecto de este museo es el horario, ya que a las 5:30 cierra sus puertas. Afortunadamente, el Viernes abre hasta las 22.00, y allí estaré yo desde las 4 aprovechando todo lo que pueda.

Hoy me he limitado a ver lo correspondiente a Europa del 1.600 al 1.800, pleno barroco, y he sacado cientos de fotos (sin flash por supuesto, a los que fotografían con flash en museos los deberían echar a patadas).

Este museo es una especie de anticuario que contiene objetos (desde muebles hasta telas, vestidos, joyería, objetos científicos, cuadros, vajilla y todo lo que puedas imaginar) de distintas épocas y continentes.

En la parte que he visto había unos instrumentos musicales muy curiosos, parecidos al clavicordio, muy trabajados, con toda clase de ornamentos y demás. También había muchos muebles, en concreto algunas piezas de mesas italianas de la época decoradas con flores, pájaros, mariposas etcétera, que eran una maravilla. También tapices, trajes, instrumentos de escritura y pintura, y un juego para afeitarse etcétera hecho de nácar y plata que se guardaba en una caja preciosa que parecía digna de contener tesoros.

Además había varios inventos de tipo astronómico, relojes e instrumentos matemáticos.

Lo poco que he podido ver de Asia (algo de la parte China) se componía en su mayoría de vajillas, sobretodo teteras, algunas de formas increíbles, como por ejemplo un bosque de juncos o letras simbolizando distintos conceptos.

Este mes hay una exposición llamada Telling Tales, de arte contemporáneo, que trata sobre el miedo, los cuentos, la fantasía y la naturaleza. Aunque las exposiciones temporales no son gratis, tengo clarísimo que voy a ir.

Creo que este es el museo que más me ha gustado de todos en los que he estado, y eso que suelo salir flipada de todos, pero los anticuarios no sé que tienen que me hacen frúfrú. De hecho, lo poco que he visto me ha gustado más aún que el anticuario del Louvre que pude ver en París.

La tienda de regalos, a la que no he tenido más remedio que entrar, parecía otra galería de arte. Tenían unas cosas geniales para dibujar, y sellos de goma muy bonitos (ambas cosas caerán, porque se pueden crear técnicas muy resultonas con ellas).

Hoy he comprado un par de libros para niños de un ilustrador infantil muy reconocido, Charley Harper, que murió hace dos años, y que tras criarse en una granja se dedicó a dibujar animales de una forma muy personal y muy bonita.

Además he fichado un libro, que como el de las Slits debo buscar en i-net para comprobar si ha salido su version española, que me ha dejado anonadada. Es una reedición un tanto versionada de Orgullo y prejuicio de Jane Austen llamada PRIDE, PREJUICES AND ZOMBIES. Por lo poco que he leído por detrás, mucho me temo que las aficiones del Señor Darci son bastante más peligrosas en esta versión. Tengo muchas ganas de leerlo y de saber en la cabeza de que clase de persona nacen estas ideas. Próximamente Anna Karerina becomes zombie stripper.

El viernes os cuento más sobre este increíble museo.