BRICK LANE

 Ahora estoy un poco triste porke acabo de dejar a Má en la estación Victoria rumbo a Luton : ( Pero la verdad es que ha sido un finde cojonudo.

El jueves fuimos a tomar una cerveza a un pub en Candem con un amigo de Má, en un sitio bastante agradable aunque nada del otro mundo. Por lo menos, eso sí, no había guiris. Luego tomamos una enchilada londinense (la cosa más cerda que me he comido en la vida, y eso que por lo menos era vegetariana). Nos costó 5 libras y era una especie de fajita como de 2 kilos, con absolutamente todas las verduras que existen aderezadas con salsas tan picantes que hasta a mí me costaba tragar. Aún así estaba extrañamente delicioso. Y luego a kasa con una botella de vodka, pero estabamos reventados y nos kedamos dormidos en seguida, con lo cual aki tengo suficiente para pasarme toda esta semana borracha perdida. El viernes por la mañana Má keria ir a una tienda que hay aki que es estilo h&m pero gigante, de esas que cuando entras al fondo te dan ganas de golpearte la cabeza contra un perchero hasta quedarte inconsciente y que ya te saquen los de urgencias. Aunque he de reconocer que yo me lo pasé teta probandome pelucas, ahora melena granate, ahora rubia con flequillo, ahora  rosa con mechones de purpurina. Kise comprarme alguna, pero eran muy caras para mí. Eso sí, el hijoputa de má se puso hasta el culo de comprar, luego le estuve riñendo intentando que devolviera algo, pero se hizo el melindroso y al final se ha ido a Madrid con un ropero nuevo. Yo al final me compré una especie de americana, guapísima, me costó un poco más de lo que me reservo para cada día, pero es que me encantó y a mi mamá también le gustará, así ke me hace mucho mucho papel.

Por la noche salimos a un sitio espantoso para mi gusto en el que Má ya habia estado, pero ke por lo visto había cambiado mucho. De hecho, había pasado a no ser más que una especie de batiburrillo hormonal mayormente gayer y INCREIBLEMENTE exhibicionista, con maravillosos espectáculos gratuitos de tríos entre jovencitos (y no trios de te doy un besito jiji jaja, tríos en plan conga pero unidos por la polla en vez de por los hombros). en fín, que cuando el gemido de alguien se oye por encima del trance, es obvio ke ha llegado el  momento de irse.

A las 5 de la mañana acabamos conociendo a un escocés y a una chica india guapísima que eran muy divertidos, el tío incluso sabía algo de español e imitaba acento andaluz y maño con mucha gracia. Barry, se llamaba. Estuvimos con ellos hasta las 8 y ya para casita. Antes, por cierto, Ma se comio un kebab (desde ke vino atraviesa una curiosa combinación de gula y narcolepsia) ke tenía la pinta más horrible del mundo. Lo mejor es ke se cree que entiende el inglés y mantiene unas conversaciones acojonantes con la gente, del tipo:

barry: oh you´re spanish i love spain i´m hook on almodovar i´ve seen all his films and i´ve learnt a bit spanish bla bla bla

ma: yes, party party allways, de where are you from?

Y bueno, el Sabado encontramos una zona preciosa, la más bonita a mi parecer, al lado del petticoat lane market (una versión del rastro de la romareda pero un poco más ordenado y sin bragas con la cara del bisbal). Brick lane es la calle central y mas larga de un barrio de inmigrantes indios en su mayoria, que especialmente los domingos se llena de gente joven (solo londinenses). Es genial porke tiene de todo, al principio hay muchos sitios para comer en plan masala y tal, que es de mis mayores vicios, y bastante baratos, muchos con terracita y de esos que ya tienen todo preparado y va a peso, que sale muy bien de precio y además te pones hasta el culo de arroces y verduritas y empanadillas de cosas deliciosas que crecen en los huertos y no tienen papá ni mamá ke les lloren.

Más al fondo empieza una sucesión de bares con terraza o  enormes ventanas abiertas al exterior para poder fumar, todos muy monos estilo bistro francés pero en cutrecillo, mojitos 5 libras, un precio cojonudo para esta ciudad, cocteles etc. Además hay una especie de callejón que se abre al fondo con un montón de puestos callejeros de comida, desde mazorcas de maiz como en estambul hasta curryburst en plan berlín, huele desde fuera a especias y a pan tostado y entras sin remedio. Además en este callejon hay una tienda de musica bastante chula en la que encuentras muchas cosas, (vinilo de crass!) aunque la atención al cliente es bastante escasa y no tienen mucha idea de lo ke venden. Pero bueno, con ke tu sepas lo ke te gusta y rebusques, suficiente.

Siguiendo por la avenida, Brick Lane empieza a llenarse de tienda de ropa, algunas de jóvenes diseñadores, en las ke yo ni entro porke suelo encontrarlo todo caro además de feo o incluso ridículo, pero la gran mayoría de segunda mano o excedentes militares, a buen precio. Los domingos, el día fuerte de esta calle, las calles montan puestos y Brick lane pasa a ser un enorme mercadillo donde encuentras muchas cosas baratas si sabes buscar y no coges lo primero ke ves. Está muy animado pero no es agobiante, la gente suele ser amable y no tienes porke pagar una fortuna para llevarte algo que te guste. Yo he comprado una chapa enooorme, casi como un 7" en la que pone: new teenager here comes trouble!! que me ha encantado, dos camisetas, una de un lobo y otra de un pony (la fascinacion por los ponys no se me pasará nunca me temo), unos pantalones militares muy chulos en plan ajustados, aunque a mi me vienen un poquito grandes, y unas deportivas, que no tenía, muy guapas también, todo ello por 20 libras, que para esta ciudad es una ganga, la verdad.

Y aunque no encuentres nada que te haga gracia, siempre es entretenido pasearte por ahí, mirar los graffitis, a un punky tirado en el suelo con un montón de naranjas en la cabeza, a los vendedores de comida india ambulantes, las terracitas etcetera etcetera. 

En fin, que ya he encontrado mi sitio, además no es nada turístico y eso de no estar rodeado de grupos de gente vagando lentamente porke no se preocupan de saber hacia donde van o comprarse un mapa se agradece, la verdad.

Me queda la anécdota horrible del sabado por la mañana, pero me la dejo para esta noche, así engancho a mis lectores. Bueno, en realidad no llega a ser ni anécdota. Pero horrible es!